¿EL LABORISMO LOGRARÁ GANAR NUEVAMENTE EN LONDRES?

El laborismo ha vencido en todas las últimas elecciones que se han dado en la capital británica: para el parlamento europeo, para los municipios, para la alcaldía y la asamblea de Londres y para el parlamento británico. Además, fue el principal motor para que en esta urbe triunfase ampliamente en el referéndum la opción de quedarse en la UE.

BASTIÓN DE CORBYN

Esta ciudad de 8 millones de habitantes ha venido siendo un sólido baluarte para Jeremy Corbyn quien ha capitalizado el descontento hacia las medidas de austeridad, recortes a la policía , las bibliotecas, centros comunitarios y juveniles y obras públicas, las privatizaciones y las alzas de las matriculas universitarias que se dieron durante desde que los conservadores llegaron al poder en el 2010 (gobernando hasta el 2015 con los liberal-demócratas) y también cuestionando similares políticas y las guerras hechas durante los 13 años de la administración Blair-Brown (1997-2010).

Corbyn pide reducir los gastos militares e incrementar los impuestos a las fortunas para poder invertir en potenciar el servicio nacional de salud (NHS), la educación y la seguridad ciudadana. Igualmente plantea aumentar los salarios y el poder adquisitivo de la población a fin de revitalizar el mercado interno, así como disminuir los pasajes del transporte público y las tarifas de luz, agua y agua nacionalizando estos servicios.

Gracias a estas posiciones el laborismo ha logrado superar el 50% de los votos en Londres en varias elecciones, pero ahora la cuestión está en lo que puede pasar en estos comicios europeos.

Debido a que estas elecciones fueron súbitas, inesperadas y nadie sabe exactamente cuántos meses podrán durar en sus puestos los eurodiputados a ser electos, no hay mucho interés en éstas y la gente va a tender a polarizarse en torno al Brexit.

BREXIT

En las elecciones generales la cuestión del Brexit no era central y Corbyn logró pasar por encima de la división entre los que están a favor o en contra de la UE planteando una fórmula de transacción (no estar en la unión política pero si ser parte de un mercado común) para concentrarse en los temas sociales. A pesar que Vauxhall (donde está el barrio portugués y hay muchos latinos) es el distrito de Inglaterra que más votó por quedarse en la UE, allí la parlamentaria laborista Kate Hoey subió de puntos en las últimas elecciones generales (pese a que encabeza el ala más pro-Brexit de su partido y es la única laborista que se ha paseado con Nigel Farage para hacer campaña conjunto por el río Támesis). Cuando los liberal-demócratas trataron de apelar al sentimiento pro-UE de Vauxhall contra ella no pudieron desplazarla porque el eje de esos comicios era el programa de gobierno y no la UE.

Hoy estas elecciones se han venido polarizando en torno a la UE, tal como inicialmente lo advertimos sosteniendo que estas podían ser una forma de nuevo referéndum sobre Europa.

Para estas elecciones el laborismo sostiene que es el único partido que pudiese detener el ascenso de la extrema derecha anti-inmigrante, tal y cual éste presenta al Partido del Brexit y al UKIP. Su argumento es que sería terrible si Nigel Farage gana en la ciudad más cosmopolita del mundo donde la mitad de sus habitantes son inmigrantes o hijos de éstos.

VERDES Y LIBERALES

No obstante, en Londres vienen creciendo los verdes y los liberal-demócratas. Los verdes quedaron terceros en las elecciones a la alcaldía y asamblea de Londres, mientras que los liberal-demócratas han perdido todos los concejales que tenían incluyendo municipios que antes gobernaron, todo esto por haberse desgastado al cogobernar con los conservadores y haber abandonado su anterior prédica en pro de anular las matrículas universitarias.

En las elecciones europeas pasadas (2014) los amarillos se redujeron a uno solo de los 73 eurodiputados, mientras que los verdes consiguieron 3.

Cuando los amarillos se aproximaron a los verdes a pedirles una alianza electoral anti-Brexit para estos comicios, los ecologistas les rechazaron pues ellos nunca van a querer coaligarse en principio con los conservadores y tienen una política en favor de la amnistía a los indocumentados y de apoyo a muchas cuestiones sociales y ambientales.

Sin embargo, los liberal-demócratas vienen sorprendiendo en todo el Reino Unido (al punto que en algunos sondeos aparecen segundos, cosa que no ha pasado nunca antes en su historia) pues son la fuerza que más fácilmente puede captar a electores que antes han apoyado a los conservadores y que hoy están descontentos con May o con un Brexit duro, en tanto que el nuevo partido Cambio UK, sin mucha militancia que toque las puertas y tradiciones, no despega mucho y cometió el error de no habérseles aliado.

Los laboristas insisten en que son la única opción para reemplazar a May y a los conservadores y para hacer un gobierno que favorezca a las mayorías y a los inmigrantes, mientras que la cabeza de su lista en Londres, Claude Moraes, es un asesor de inmigración que pide que quedarse en la UE y dar paso a un nuevo referéndum.

Hasta ahora en Londres solamente han ganado los laboristas (la mayoría de las veces) y los conservadores (la minoría de las veces), pero nunca otra fuerza (salvo Ken Livingstone en 2000 cuando ganó la alcaldía capitalina corriendo como un laborista disidente).

Londres es un bastión anti-Brexit así que si Farage gana allí sería por poco y debido a una división del voto pro-europeo. Los liberales y los verdes pueden dar una sorpresa y sacar porcentajes muy altos. Sin embargo, no se puede descartar que el laborismo retenga Londres.

Las encuestas muchas veces dicen muchas cosas, pero mucho depende de la gente que va a votar y en las euro-elecciones usualmente el índice de participación no es alto, y en éstas, en particular, posiblemente lo sea menos debido a que la gente no le encuentra mucho sentido en elegir a euro-parlamentarios que muy probablemente duren poco en sus curules.

Isaac Bigio

Politólogo economista e historiador formado en la London School of Economics donde enseñó Gobierno y Administración Pública.