Elecciones policiales inglesas

Protesta de la Federación de Policía de la  Inglaterra y Gales, 10 de marzo 2012. Foto: Kenjonbro

Por Isaac Bigio

La policía británica tiene la reputación de ser una de las más eficientes del mundo. Esta ha logrado niveles de crimen mucho más bajos que en las Américas pese a que sus uniformados no andan con armas de fuego.
El nuevo gobierno conservador ha intentado ‘democratizar’ a esta adoptando, al igual que en EEUU, un modelo de ‘comisarios electos para la policía y el crimen’ para cada una de sus 41 fuerzas policiales que tiene en Inglaterra y Gales fuera de Londres.
El jueves 15 se dieron las primeras elecciones para nominar a estos, así como para elegir al primer alcalde de Bristol y a quienes reemplazan a 3 parlamentarios que cesaron en sus funciones.
Estas fueron descritas en las primeras líneas del editorial sabatino del Guardian como el peor desastre de la democracia británica en los últimos tiempos.
Solo un 15% de los electores acudió a las urnas en lo que ha sido la participación electoral más baja de la historia a nivel nacional (la anterior peor fueron los comicios al euro-parlamento en 1999 donde solo sufragó un 24%).
La coalición gobernante conservadora-liberal además fue castigada en otros ámbitos. Los conservadores solo llegaron al 27% de los votos (perdiendo un tercio de su porcentaje electoral en Inglaterra) y los liberales perdieron la mayoría de su porcentaje electoral dejando de ser la eterna tercera fuerza, reduciéndose a apenas el 7.2% (un décimo menos que el antieuropeo Partido de la Independencia del Reino Unido UKIP) y sin sacar un solo puesto.
Los liberales que dominaron Bristol quedaron allí cuartos, mientras que esta urbe tuvo a un independiente como su primer alcalde. Los 3 parlamentarios en disputa fueron ganados ampliamente por el laborismo incluyendo Corby, donde los ‘tories’ perdieron su curul reduciéndose a la mitad de los votos de los ‘rojos’.
El laborismo obtuvo un 33.3% en las elecciones policiales (6 puntos más que los conservadores) pero no lograron hacer elegir al ex vice primer ministro John Prescott, quien perdió en uno de sus bastiones.
Los conservadores ganaron 15 comisionados, los laboristas 13 y los independientes 12, haciendo que esto último sea todo un fenómeno inusual en un país tradicionalmente tan partidarizado.
El gobierno y sus reformas electorales han quedado mal. La primera coalición conservadora-liberal de la historia no logró entusiasmar a los británicos con sus autoridades policiales electas (las mismas que, pese a ganar cada uno unos $US150,000, tienen hoy poca legitimidad para controlar a la policía). La población ha rechazado la posible reforma del parlamento (donde sus 650 miembros son elegidos uninominalmente) y la introducción de alcaldes en 9 de las 10 ciudades consultadas. Un ala tory ha minado la posible transformación de la no-electa Casa de los Lores en un Senado electo mientras que los liberales y laboristas boycotearan el proyecto para reducir el número de parlamentarios de 650 a 600.

Deja un comentario